Con todo el criptomercado en caída libre, era normal que los memes perdieran valor. Lo que quizá no esperaban los tenedores de los “criptoperritos” es que las mascotas virtuales salieran tan caras. En el caso de los tenedores de SHIB, solo el 40% está obteniendo beneficios a estas alturas.
Según la aplicación de análisis IntoTheBlock, el 56% de los traders que apostaron por Shiba Inu están acumulando pérdidas. El 4% restante tienen la suerte de haberse comido lo servido. No han ganado nada, pero tampoco han perdido.
Cabe destacar que Shiba Inu estuvo comportándose bien hasta el último trimestre de 2021. Puede que la caída generalizada del criptomercado a comienzos de enero haya tenido algo que ver. La incertidumbre económica que mana del mainstream financiero tampoco ayuda.
El criptoespacio es así: una jungla digital. Va por modas en muchas ocasiones. En 2021, Shiba Inu se convirtió en una estrella, dejando un rastro de nuevos ricos que no se lo terminaban de creer.
El pelotazo lo dio en octubre del año pasado, cuando se disparó en torno a un 1000%, prácticamente sin avisar. Este tipo de pumpeo es habitual en criptos de este tipo, como ya hemos visto en el caso de Dogecoin y los tuits de Elon Musk.
Aunque hemos dicho que Shiba Inu aguantó bien hasta finales de 2021, lo cierto es que en noviembre ya dio señales de debilidad. La tendencia bajista ya estaba allí para muchos analistas, algo que no quisieron ver los traders eufóricos que seguñian hipnotizados con el ATH del 28 de octubre.
Habrá sido duro para los que han aguantado desde finales de octubre, cuando el SHIB alcanzó 0,00008616 USD desde los 0,000007 dólares en apenas un mes. A día de hoy, la cotización ronda los 0.000027 USD, con una devaluación intradía del -4.5% y unas pérdidas semanales cercanas al -19%.
En cualquier caso, el meme ha aumentado su valor un 20 332 749% en el último año y un 47 814 808% desde el mínimo registrado el 20 de noviembre de 2020. Sí, los memes están de capa caída, pero estos porcentajes siguen siendo impresionantes para un token que está considerado por los expertos como una broma sin valor real en el ecosistema cripto.