Según Charles Hoskinson, “Bitcoin es la criptomoneda menos avanzada”. Obviamente, el fundador de Cardano se refiere al plano tecnológico, ya que nadie puede negar su absoluta dominancia en términos de capitalización.
El BTC es la cripto más valiosa del criptomercado, de eso no hay duda; pero si los desarrolladores no implementan innovaciones, morirá en cuanto alguna altcoin despunte. Al menos, eso es lo que opina Hoskinson, uno de tantos escépticos respecto a la utilidad real de la divisa de Nakamoto.
El rally del BTC de estos últimos meses no ha dejado a nadie indiferente. La aceleración de la tendencia alcista desde que comenzara 2021 está siendo el principal tema de discusión en el ciberespacio, con posiciones encontradas.
Los analistas no se ponen de acuerdo: algunos apuestan por una subida estratosférica del precio del BTC, otros vaticinan una caída inevitable a largo plazo. Uno de estos expertos en el criptoespacio es Hoskinson, que cree en el potencial de las altcoins.
El fundador de Cardano (que actualmente ocupa el quinto puesto en el top10 por capitalización de mercado) dejó bien clara su visión sobre el BTC en una entrevista publicada en Reddit.
Para Hoskinson, el valor del BTC reside solamente en la aceptación generalizada del activo, tal y como ocurre con el dinero fíat: no ofrece ninguna ventaja tecnológica frente a otras criptos. De hecho, “es la cripto menos avanzada tecnológicamente, y terminará muriendo cuando pierda su única fuente de valor: su popularidad”, asegura el fundador de Cardano.
Ya hemos comentado que Hoskinson apuesta por las altcoins, siendo Cardano su favorita. Obviamente, esta preferencia tiene algo que ver con su involucración directa en el proyecto; pero, más allá de las motivaciones personales, Hoskinson pone de relieve que ADA (como otras muchas criptos) se basa en una blockchain de tercera generación.
Bitcoin es una blockchain de primera generación: lo único que ofrece es mover bitcoins de un wallet a otro. En este sentido, incluso Ethereum podría destronar al BTC, ya que se trata de una red de segunda generación. Este tipo de proyectos, además de mover dinero de una dirección a otra, también ofrece la posibilidad de manipular y optimizar las transacciones a través de contratos inteligentes.
Por su parte, los proyectos de tercera generación (como Cardano) suman a estas ventajas el trabajo añadido de resolver el trilema de las blockchains, añadiendo una serie de innovaciones tecnológicas para cubrir los problemas derivados del uso de redes de segunda generación. Resumiendo mucho, los proyectos de tercera generación son más eficientes, seguros y escalables (sin perder su naturaleza descentralizada).
Desde esta perspectiva, Hoskinson apunta que la blockchain de Bitcoin debe actualizarse para desarrollar nuevas funcionalidades propias de los proyectos de segunda y tercera generación. En caso contrario, será cuestión de tiempo que su dominancia sea superada por cualquier otra cripto.
Aunque las palabras de Hoskinson parezcan indicar que existe una dejadez inexplicable por parte de los desarrolladores de Bitcoin, lo cierto es que ya existen procesos de mejora de la red, tales como Segwit, Taproot, Schnorr y la red Lightning. En teoría, una vez se hayan implementado por completo, la blockchain del BTC aumentará exponencialmente el volumen de transacciones.
La cuestión es si estos esfuerzos serán suficientes para salvar al BTC de esa muerte lenta y dolorosa que prevén los escépticos.
