Justo cuando el BTC lucha desesperadamente por alcanzar la línea psicológica de los 20k USD, los medios comienzan a hablar de la divisa de Nakamoto como la alternativa perfecta al oro.
Una de las voces más irreductibles al respecto es la de Ray Dalio. El fundador de la firma Bridgewater Associates asegura que el BTC se ha ido perfilando como un activo similar al oro, al menos en términos bursátiles.
Las opiniones de Dalio y otras figuras relevantes del mainstream financiero se ven respaldadas por el último estudio publicado por CoinShares.
Según los datos aportados por la compañía, actualmente se estaría produciendo una migración de la inversión desde los mercados tradicionales (en particular, el oro) hacia el criptomercado.
CoinShares controla un montante compuesto por criptomonedas por valor de 15k millones de dólares, de los cuales un 20% corresponden a carteras de ETH.
La empresa ha observado que la última semana se produjo un aumento en los criptoactivos (BTC y ETH principalmente) de casi 430 millones de dólares. Por su parte, la inversión en oro ha descendido significativamente.
Desde el máximo de principios de agosto, el oro ha caído desde los 2070 hasta los 1840 dólares por onza. Esto supone un retroceso en el precio aproximadamente del 10%, que contrasta sensiblemente con el despegue del BTC en el mismo periodo de tiempo.
Bitcoin cotizaba a comienzos de agosto por debajo de los 12 000 USD; de momento, lucha por mantenerse por encima de los 19 000 dólares por unidad. Hablamos de una revalorización cercana al 60%; los número hablan por sí solos.
Incluso si hacemos una lectura anual, el oro sale perdiendo ante las principales criptos. El activo ha aumentado su precio un 22%; el BTC, un 150%. Si comparamos el comportamiento del oro con el del ETH (con una revalorización del 320% en 2020), la diferencia es más asombrosa si cabe.
Si bien el BTC es el candidato perfecto para sentarse en el trono del oro, el informe destaca el potencial del ETH como alternativa plausible. También señala la debilidad del dólar estadounidense, además del miedo a políticas monetarias contraproducentes, como posible explicación para esta migración bursátil hacia el criptomercado.