El criptoespacio es curioso. Despierta amores y odios a partes iguales. En China banean las criptos; en El Salvador promulgan una ley para adoptar el BTC de forma legal. En efecto, la divisa de Nakamoto ya se puede usar como moneda de curso legal en territorio salvadoreño.
La ley se ha aprobado por mayoría especial con 62 votos a favor y el respaldo del gobierno presidido por Nayib Bukele. El presidente salvadoreño está más que satisfecho con la aprobación, asegurando que es un momento histórico.
Los analistas están pendientes del criptomercado por si la noticia tuviera algún impacto en el precio del BTC y, de rebote, en el de las principales altcoins. De momento, nada. El amor por las criptos en la zona tiene solera.
Puede que haya algo más de movimiento si la adopción del BTC como divisa de curso legal se expande a países como Paraguay o México, donde ya se está hablando de una regularización tipo Bukele.
Algunos diputados no sienten el cosquilleo del presidente y han ofrecido resistencia la aprobación de la #LeyBitcoin. Se ha cuestionado el efecto que tendrá la legislación para la estabilidad de la economía salvadoreña debido a la volatilidad del BTC.
Se ha mencionado la falta de estudios que den base a las medidas que se piensan tomar dentro del nuevo marco legislativo. No son pocas. Entre otras, Bukele pretende llamar la atención de criptoempresarios e inversores otorgando residencias permanentes y exenciones de impuestos.
Para los ciudadanos y usuarios de Bitcoin, se espera que los wallets corran a cargo de la administración salvadoreña. En principio, serán gratuitos y tendrán unos costes asociados inferiores a lo habitual.