Un estudio reciente de Ripple estima que la adopción de criptoactivos aumentará en los tres próximos años. Tres cuartas partes de las instituciones financieras analizadas por la compañía planean usar criptoactivos en los próximos 36 meses.
Según el informe, la mayoría de estas entidades siguen recabando información sobre el sector mientras esperan que se desarrolle un marco regulatorio apropiado. Esta es la principal razón que mantiene a muchas instituciones fuera del criptoespacio, seguida por el ingente número de estafas.
Más allá de las estafas y hackeos, el estudio de Ripple destaca el posicionamiento de los bancos como factor de peso en la adopción de los criptoactivos. El 65% de los usuarios encuestados estarían dispuestos a invertir en activos digitales si sus entidades ofrecieran este tipo de servicio.
En este sentido, cabe destacar que gran parte de las entidades financieras vinculadas al criptomercado se han convertido en holders con el paso de los años. La mitad admite que holdear es una buena opción para combatir la inflación.
El informe indica que el interés en tokens coleccionables se ha disparado en los últimos meses. Los analistas de Ripple hablan de un nicho todavía joven poblado por consumidores que no terminan de entenderlo o mantienen una postura escéptica respecto a su futuro.
Los usuarios prefieren NFT relacionados con el sector musical, el de los videojuegos y el deportivo. Los tokens no fungibles sobre películas tienen mucho terreno para crecer, pero el volumen de transacciones se encuentra todavía muy por debajo.
En cuanto a las CBDC, el estudio de Ripple destaca los intereses de los gobiernos y entidades centrales. Su capacidad de control sobre estas criptos centralizadas imposibilitan que los usuarios realicen operaciones con la misma libertad que ofrecen el BTC y las altcoins.
Obviando está cuestión, el equipo de Ripple pone de relieve las ventajas que aporta el uso de CBDC:
“En comparación a las soluciones tradicionales, se pueden usar para realizar pagos internacionales más rápidos y baratos. Además, su gestión es mucho más sencilla, lo que facilita la aplicación de diferentes políticas monetarias”.
Algo más de la tercera parte de las entidades financieras presentes en el estudio creen que las CBDC tendrán un gran impacto en la sociedad, contribuyendo a impulsar la economía mundial.