Según el Presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Tatito Hernández, el país debería luchar contra la corrupción y los problemas financieros usando la tecnología blockchain.
“Tenemos un problema real de credibilidad […], y esta podría ser parte de la solución”, tuiteó ayer refiriéndose al aprovechamiento de las innovaciones en el sector. La tecnología blockchain podría aportar transparencia y eficiencia al sector público, cree Hernández.
La isla caribeña encabeza las listas de países más corruptos y menos transparentes del mundo. Un problema al que deberíamos sumar el alto nivel de pobreza de la población puertorriqueña, mientras los alcaldes aceptan sobornos astronómicos a cambio de contratos municipales.
A Hernández le preocupa esta situación, tal y como explicó en su entrevista con Bloomberg, asegurando que se reunirá con expertos en tecnología blockchain para combatir la corrupción y mejorar la situación financiera del país.
El plan de Hernández va mucho más allá, y espera que estas reuniones sirvan para convertir a Puerto Rico en un centro internacional para la innovación en materia de blockchain y activos digitales.
En este sentido, Hernández sabe que la mitad del camino está recorrido. El trading con criptos no cuenta con cargas impositivas, lo que explicaría el aumento de residentes en Puerto Rico vinculados al criptoespacio.
Como Presidente de la Cámara de Representantes, las declaraciones de Hernández tienen peso en todo el país. Él lo sabe, por eso anima a los gobiernos locales a que se centren en el sector de las criptos.
“Durante la década de los 60 y la de los 70, el sector fabril fue un nicho importante. Ahora este es el nicho, una nueva oportunidad para generar empleo”, asegura Hernández.
Puerto Rico no es el primer país caribeño que se declara abiertamente amigo de las criptos y la tecnología blockchain. A comienzos de año, Cuba se planteó adentrarse en el criptoespacio para gestionar la situación financiera del país.
El problema es que al presidente cubano, Miguel Díaz Canel, le preocupaban más las estafas o los criptoproyectos que consideraba “esquemas piramidales”. La indecisión ha estado ahí en todo momento.
El año pasado, las autoridades cubanas ya pensaban que el criptoespacio podría ayudar a mejorar la economía de la isla. De hecho, el ministro de turno declaró que “estaban considerando el uso de criptodivisas en materia comercial nacional e internacional”.
