Aunque la capitalización total del criptomercado ha aumentado en 25 000 millones de dólares tras el anuncio de PayPal (dicen que posiblemente admitan pagos con criptos), hay ciertas cuestiones a tener en cuenta.
No todo es color de rosa para los usuarios de PayPal, mucho menos si sumamos la cuestión de las divisas digitales en la ecuación. Obviamente, para una plataforma que mantiene un sistema compuesto por casi 350 millones de usuarios y 26 millones de vendedores, nada es sencillo.
Por un lado, parece normal que la mera posibilidad de poder pagar con criptos en una plataforma de este tamaño afecte positivamente al criptomercado. El BTC se ha disparado en las últimas 24 horas, justo cuando la noticia se viralizaba.
Para muchos analistas, el paso de PayPal ha tenido mucho que ver con este empujón alcista. Es más, aseguran que la adopción de criptomonedas por parte de la empresa de Howery y compañía será buenísimo para el ecosistema cripto. O no…
Existe una cuestión que, aunque se está ignorando conscientemente, molesta: ¿es compatible usar activos totalmente descentralizados en una plataforma centralizada al cien por cien? Está claro que no se trata de una buena combinación.
De entrada, nos encontramos con el problema de las comisiones. PayPal no tiene pensado permitir a sus usuarios enviar sus activos digitales desde la plataforma. Es decir, no se podrán retirar las criptos que se ingresen en la cuenta de PayPal. ¿Qué significa esto? Pues que habrá que convertirlas a dinero fíat, sí o sí.
Evidentemente, PayPal impondrá las comisiones que estime “oportunas”, y los usuarios tendrán que asumirlas si quieren manejar sus activos digitales más allá de pagar por productos y servicios a través de la plataforma.
Si PayPal aplica la comisión que pesa sobre las conversiones de divisas y los envíos internacionales, estaríamos hablando de un sablazo de hasta el 8%. Ahí es nada. El COO de OKCoin lo deja claro en uno de sus tuits sobre el tema: “los usuarios no podrán retirar sus criptos; tendrán que pagar spread y comisiones”.
Pero la cosa no se queda aquí. Como apunta el abogado Jake Chervinsky, PayPal tampoco contempla las transferencias entre cuentas dentro de la plataforma: “no solo están evitando las retiradas de criptos, además quieren prohibir la transferencia entre cuentas; me encantaría hablar con el equipo legal de PayPal sobre estas restricciones tan abusivas”.
En este sentido, PayPal parece querer imitar a plataformas como Robinhood, que facilitan el acceso a las criptos pero no permiten que los usuarios puedan realizar retiradas. Tal y como apunta Chervinsky, si no puedes retirar tus bitcoins y guardarlos con tus propias claves… ¿seguimos hablando de bitcoins?
Otra cuestión a tener en cuenta es que PayPal planea ofrecer este servicio solo en Estados Unidos. Curiosamente, su sistema de regulación de comisiones es de los más duros del planeta en lo que a criptos se refiere, considerando los activos digitales como propiedad (no divisas). Esto significa que cualquier usuario de PayPal que compre o venda usando criptos tendrá que dar cuenta al IRS o a la autoridad tributaria pertinente.
Por ejemplo, si un usuario de PayPal compra un ordenador y paga con bitcoins, tendrá que declarar a qué precio los obtuvo y cuál era su valor cuando compró el ordenador. Esto implica el pago de comisiones por la diferencia del valor del activo, además del pago de impuestos añadidos por el producto comprado.
En PayPal saben que esto traerá problemas, por eso advierten en su web que cada usuario es responsable de “calcular las comisiones e impuestos, si es que los hay, derivados del uso de criptomonedas”.
Parece que, por muy positivo que sea para el criptomercado la adopción de activos digitales por parte de una compañía como PayPal, todavía queda mucho camino por recorrer para que se normalice el uso de las criptos en los principales espacios financieros.
