Si te estás preguntando por qué el BTC no levanta cabeza, el CEO de CryptoQuant te lo explica. Ki-Young Ju cree que Dogecoin y sus clones están desviando la atención de los inversores particulares.
El trasvase de liquidez hacia los “activos meme” están haciendo daño al precio de la divisa de Nakamoto, aunque no durará para siempre. Al menos eso piensa Ki-Young Ju, que ve en la inversión institucional el mecanismo definitivo para revertir la sangría del BTC.
No podemos olvidar que la competencia directa del BTC se está comportando muy bien. Ethereum no podría encontrarse en mejor estado de salud: la jornada de ayer volvía a registrar un máximo histórico, esta vez por encima de los 4000 dólares por unidad.
Evidentemente, también existe cierto trasvase de capital desde el BTC al ETH, pero el CEO de CryptoQuant señala directamente al DOGE y sus clones como culpables de la pésima evolución del precio.
Ciertamente, Dogecoin representa una tendencia que el CEO de Galaxy Digital, asocia con el inconformismo y el nihilismo de los jóvenes. Para Novogratz, la apuesta por los criptomemes es un corte de manga de la muchachada al sistema.
También es la excusa de muchos personajes mediáticos para manipular el mercado. Peces gordos como Musk, Cuban o Snoop Dogg han especulado directamente con el valor de Dogecoin, afectando significativamente al precio del DOGE con sus tuits.
Al calor de esta pasión por los proyectos susceptibles de ser manipulados, han nacido proyectos similares a Dogecoin, con el mismo potencial práctico que el original: prácticamente ninguno. Cabe recordar que ni siquiera el creador del DOGE creyó en sus momento que su criatura tuviera futuro.
Cuando Billy markus vendió todos sus DOGE por el precio de un Honda Civic de segunda mano dio por sentado que el valor real de su proyecto era más que cuestionable. No existía ninguna innovación tecnológica, servicio o producto que lo respaldara.
El único motivo por el cual Dogecoin ha despegado ha sido la capacidad de la publicidad de marcas conocidas y la presión de ciertos personajes mediáticos para capitalizar el interés de los inversores particulares. ¿Cómo es posible? Creando una imagen de frescura y éxito que no responde a una lectura consciente de la realidad, más bien se explica gracias a la expectativa de generar ingentes beneficios en poco tiempo.
