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Los países de LATAM van subiéndose al carro de las cripto a una velocidad endiablada. Uno de los últimos en sumarse ha sido Perú, que ya dispone de su propia stablecoin: el sol digital (PEN).
El desarrollo se ha delegado a la fintech Anclap, especializada en el mercado latinoamericano de las stablecoins. Según la web de la compañía, su objetivo es crear un ecosistema digital para LATAM.
La página presenta a Anclap como un equipo que se dedica a “emitir tokens digitales (stablecoins) para cada país, respaldados 1:1 con la moneda local”. En este caso, el PEN se respalda con el sol peruano y funciona gracias al protocolo de Stellar.
El proyecto lleva activo desde mayo de 2021 y se suma a una media docena de stablecoins locales que están funcionando o se encuentran en proceso de desarrollo. Según la web de Anclap, su ecosistema incluye:
El lanzamiento del PEN se está vendiendo desde los medios peruanos como una suerte de bendición para las finanzas personales. Entre las supuestas ventajas que conlleva usar el sol digital, destacan el bajo coste de las transacciones transfronterizas.
La inmediatez es otro de los reclamos que venden los medios, asegurando que la conversión a fíat (divisa local) se puede realizar “cuando lo necesiten”. Transferencia bancaria mediante, claro.
El PEN vendría a calmar los ánimos frente a la inflación, convirtiendo los soles físicos a digitales para proteger su dinero. También pueden evitar la devaluación de sus fondos comprando otras divisas digitales con PEN.
La seguridad se encuentra igualmente en la lista de ventajas que ofrece el ecosistema de Anclap. Según la compañía, el respaldo de las unidades digitales se lleva a cabo con el depósito de unidades fíat en cuentas bancarias.
Hay métodos mucho más seguros y eficientes para respaldar una stablecoin de forma segura. Dejando a un lado la cuestión de los algoritmos frente a la balanza fíat/token, el equipo de Anclap se refiere a otra cuestión cuando habla de seguridad.
Desde la fintech, mencionan la blockchain de Stellar como referente de seguridad a la hora de realizar envíos de dinero. Parece que no han investigado a fondo al máximo representante de su partner. O puede que prefieran no pensar que Jed McCaleb casi se carga el BTC tras el mítico hackeo de Mt.Gox.
