Según un estudio de la Universidad de Viena, América del Norte y Europa acaparan el 88% de los nodos de la red Lightning (red secundaria P2P que permite los micropagos instantáneos con bitcoins).
Esta segunda capa de la red Bitcoin que agiliza los pagos entre usuarios se implementó hace poco menos de un lustro, y ahora está “controlada” por las principales ciudades europeas y norteamericanas.
Eso aseguran los investigadores de la Universidad de Viena, que muestran cómo el crecimiento de la blockchain del BTC (y la necesidad de optimizar su escalabilidad) ha encontrado en los usuarios de América del Norte y Europa un nicho demográfico ideal para dar soporte a los micropagos con bitcoins.
El propósito de la red Lightning es la creación de canales de comunicación entre usuarios. Aunque todavía se encuentra en fase de desarrollo, esta red peer to peer está permitiendo transacciones rápidas y asequibles sin la necesidad de registrarlas en la blockchain.
¿Cómo es posible? Principalmente porque el dinero permanece almacenado en wallets que están siempre disponibles. En el momento que un usuario necesita usar sus tokens en la red Bitcoin, el canal se cierra y la red asume la transacción generada entre el monedero de origen y el de destino.
Todo esto ocurre sin que se registre el proceso en la segunda capa. Es decir, la transacción es visible en parte dentro de la red Bitcoin, pero no es posible saber qué ha ocurrido desde que el emisor paga y el receptor cobra.
Cómo funciona la red Lightning. Imagen: TheBlockPro
De todos los nodos que conforman la red Lightning, el 45% están activos en las principales ciudades norteamericanas (la mayoría en Estados Unidos). Eso afirma un estudio de la Universidad de Viena, que también señala a las capitales europeas: el 43.1% de los nodos de la red están activos en Europa.
El resto de la red estaría en manos de los usuarios sitos en Asia (con un 6.2% del control de los nodos), Oceanía (donde se controla el 2.2% de los nodos), América del Sur (con un 0.8% de la actividad total de la red) y África (donde los usuarios apenas controlan el 0.6% de los nodos).
La brecha es notable. Estados Unidos y los principales países europeos controlan aproximadamente el 88% de los nodos de la red Lightning. Es curioso el contraste con los países latinoamericanos y africanos, donde la adopción del BTC es mucho más alta (según los datos aportados por Chainalysis).
Parece que, aunque los usuarios africanos y latinoamericanos están normalizando el uso de criptos a mayor velocidad, no están tan interesados en los micropagos. Puede que este escenario se esté dibujando debido a diferencias demográficas y culturales.
La red Lightning es muy popular en grandes ciudades y capitales, zonas de gran aglomeración. Obviamente, los micropagos son mucho más comunes en contextos donde la densidad poblacional es alta, el poder adquisitivo es mayor y los hábitos de vida están enfocados al consumo.
Según el estudio de la Universidad de Viena, los micropagos se dan en mayor grado dentro de áreas metropolitanas donde las infraestructuras permiten una distribución más óptima de los nodos, así como una mayor fluidez en la comunicación entre los usuarios.
La cuestión de la comunicación también tiene tintes culturales, tal y como muestran los datos del estudio. El idioma de los usuarios influye. Por ejemplo, el 80% de los pagos realizados por usuarios argentinos a través de la red Lightning tienen como destino usuarios uruguayos; el 10%, peruanos; el 4%, chilenos y venezolanos.
La mayoría de nodos se encuentran en las capitales europeas y norteamericanas. Imagen: Universidad de Viena
Si nos vamos a África, vemos que más del 70% de los pagos con origen en Kenia tienen destino en Sudáfrica. Por su parte, en Asia, gran parte de los pagos realizados desde China van a parar a Taiwán y Hong Kong.
