Michael Saylor volvió a la palestra el martes negro de la semana pasada. El 7 de septiembre, justo cuando el BTC se desplomaba tras la adopción oficial en El Salvador, el CEO de MicroStrategy se embolsaba supuestamente una cantidad considerable de dólares vendiendo BTC.
Esta teoría se ha expandido por Internet rápidamente gracias a la difusión de algunos detractores. Tenemos fuentes que destacan incluso el lado oscuro de Michael Saylor, quien habría desviado supuestamente miles de BTC desde su empresa a un fondo LLC antes del desplome.
Los que acusan a Saylor de malas artes bursátiles llaman ya al 7S el Día de Michael Saylor, no el Día del BTC. Conspiranoia o realidad, lo cierto es que Saylor está haciendo el agosto en septiembre. No para de comprar bitcoins.
Saylor ha anunciado la compra de 5050 BTC, valorados en el momento de la adquisición en 243 millones de dólares. Con esta última operación, MicroStrategy ya cuenta con algo más de 114k BTC.
Según el comunicado, el coste medio de la transacción ha sido de casi 48 100 USD por BTC. Un valor que dista bastante de los 27.7k USD de media que están costando los BTC que acumula la compañía.
Esta diferencia se debe a la inversión agresiva que MicroStrategy puso en marcha el año pasado. Saylor comenzó a comprar bitcoins a través de su empresa cuando el precio se mantenía en niveles relativamente bajos.
Hablamos de operaciones descomunales, como la última compra de 3907 BTC a finales de agosto o la adquisición de ayer. Los analistas no descartan nuevas compras por parte de esta y otras compañías del sector.
La mayoría está previendo una recuperación del mercado que levante el precio del BTC lo bastante como para recoger beneficios. Aunque la intención de muchos holders es acumular a largo plazo, como es el caso del tenedor más mediático de todos: El Salvador.
Eso sí, las arcas salvadoreñas contienen una cantidad de bitcoins mucho más modesta. Según el propio Bukele, holdean 550 BTC. Comparados con los 5050 BTC de la última compra reportada por Saylor, parece poco. Pero, bueno, qué puede hacer la administración pública de un país centroamericano frente a una empresa privada estadounidense…