Han pasado dos años desde el estallido de la crisis provocada por la COVID-19. La contención relativa de la pandemia es una realidad, pero hay frentes abiertos donde la batalla sigue en pie.
Uno de estos flancos es puramente administrativo. La necesidad de ofrecer un mínimo de seguridad para continuar trabajando, viajando y disfrutando del ocio ha obligado a las autoridades a solicitar certificados.
Los documentos que certifican las vacunaciones o, en su caso, los negativos por COVID-19 están siendo objetivo de falsificaciones. Las estafas están a la orden del día, así como los problemas de muchos usuarios para demostrar la veracidad de estos cerificados.
Por esta razón, la compañía médica MDS Mexico está usando la tecnología blockchain para expedir certificados de COVID-19. El objetivo es combatir el aumento de certificados falsos en LATAM.
MDS Mexico ha apostado por las pruebas rápidas y las PCR domésticas respaldadas por una versión digitalizada y gestionada a través de tecnología blockchain. Según la compañía, los resultados se certifican digitalmente en 24 horas.
El documento se genera asociando un hash único a los resultados del test. Incluye un código QR enlazado al certificado digital, el cual incluye un resumen con información personal del usuario y datos referentes al profesional encargado de realizar la prueba.
México vuelve a demostrar que la tecnología blockchain no se limita a las criptomonedas. De hecho, las autoridades mexicanas mantienen una posición bastante hostil frente al BTC y las altcoins.
Hay vida digital más allá de las criptos y los activos meramente especulativos. Lo hemos visto en la implementación de Avalanche, la plataforma basada en blockchain desarrollada por la Administración de Quintana Roo para digitalizar documentos oficiales.
Otro ejemplo lo tenemos en las Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo. En la misma línea que MDS Mexico, han anunciado el lanzamiento de un pasaporte COVID en formato digital generado con tecnología blockchain.
Pero si hablamos de criptoactivos, la economía centralizada manda. Las autoridades no ceden ni un milímetro a los activos digitales, sobre todo si se trata del BTC. En este sentido, el banco central mexicano se ha enfrentado incluso al mayor banco del país.
Hablamos del veto a la propuesta del Banco Azteca, que pretendía ofrecer servicios y productos basados en Bitcoin. A esta negativa se suma la demonización de una docena de exchanges, comparados por las autoridades financieras mexicanas con los cárteles.