Winklevoss Twins. Image: BusinessInsider
¿Podría reemplazar el BTC al petróleo, el dólar y el oro como activo refugio ante los procesos inflacionarios y los momentos de crisis financiera? Según, los hermanos Winklevoss, sí. De hecho, creen que Bitcoin podría dispararse en un escenario así.
Los gemelos afirman que el BTC podría alcanzar un valor astronómico. Ni más ni menos que 500 000 USD por unidad… o incluso más.
Los hermanos Winklevoss han publicado un post donde hablan sobre el pasado, el presente y el posible futuro de la economía global, destacando el papel que juegan algunos activos refugio como el petróleo, el oro y el USD. Además, se refieren al papel que puede jugar el BTC en un futuro dentro de este grupo.
El artículo desarrolla en profundidad la visión del gobierno de Estados Unidos respecto a la divisa estadounidense. El dólar ha servido de reserva mundial durante décadas, en lo que ha dinero fíat respecta. Pero su valor ha ido decreciendo con el paso del tiempo, en parte debido a la política monetaria del país, “que ha estado gastando el dinero como un marinero borracho e imprimiendo dólares como una república bananera”.
El problema inflacionario que supone esta práctica se suma a cuestiones que repercuten negativamente en el poderío del USD, como la llegada de los activos digitales o la crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19.
En lugar de repensar sus políticas monetarias desde una perspectiva austera, las autoridades financieras estadounidenses han pisado el acelerador. Según los hermanos Winklevoss, “deberían haber planteado un gasto frugal, promover el ahorro e imprimir dólares en menos cantidades”.
Recuerdan que esta práctica no es nueva, que ya se aplicó durante la crisis crediticia de 2008, y que no se revirtió incluso después de que la economía de Estados Unidos hubiera salido de la zona de peligro.
Para los gemelos, se trata de una cuestión de “adicción” por parte de las autoridades financieras que ha salpicado al mercado de valores: cada vez que la Reserva Federal ha implementado estrategias de expansión cuantitativa (incluso antes de la crisis del coronavirus), los mercados han retrocedido drásticamente y se han convertido en un campo de batalla”.
Las medidas llevadas a cabo por la Reserva Federal para aliviar la presión económica ocasionada por la pandemia del COVID-19 se ha traducido en “la emisión de dos tercios del dinero que se ha impreso en los últimos 11 años, pero en tan solo 6 meses”.
Por supuesto, esta forma de imprimir dólares es preocupante, principalmente por la posible aparición del “fantasma de la superinflación, que ya está acechando” la economía estadounidense. Probablemente, el valor del USD siga cayendo, perdiendo su estatus de activo refugio frente a otras opciones.
El post de los hermanos Winklevoss es meridiano respecto al papel que jugará el petróleo en el futuro: “ya no es una reserva de valor confiable”. Se trata de una conclusión atrevida, basada en los acontecimientos acaecidos tras el estallido de la pandemia del coronavirus, cuando el petróleo cayó en una zona negativa.
Relacionan el batacazo del petróleo con los problemas derivados de la falta de demanda y el almacenamiento. Si añadimos que los avances tecnológicos en el sector han posibilitado un aumento de la oferta, las posibilidades de que el petróleo se recupere por completo son bajas.
Tampoco podemos esperar que haya un aumento de la demanda en el futuro, ya que la culpa de esta disminución de la demanda reside en las políticas que están tomando muchos países desarrollados para combatir la contaminación y paliar los efectos de la huella de carbono, incluyendo la producción de energías renovables.
Por su parte, el oro sigue siendo un activo con un potencial considerable como reserva de valor. Su vinculación a los procesos inflacionarios como activo refugio sigue siendo considerable, pero se enfrenta a problemas diversos. Uno de ellos es la oferta: nadie sabe a ciencia cierta cuánto oro hay disponible.
En cuanto a la oferta, se dice que es limitada, más que nada porque queda poco oro que sacar de la tierra: Pero los fundadores de Gemini señalaron recientemente que podría conseguirse oro en el espacio. De hecho, la NASA ya ha planeado una misión espacial para 2022, y el encargado de llevarla a cabo será Elon Musk.
Cómo y de dónde van a extraer el oro sigue siendo un misterio, aunque todo apunta a que “Musk podría llevar una máquina hasta un asteroide, cavar un agujero, extraer oro y llevarlo a la Tierra”. La cuestión es si este esfuerzo titánico tendrá algún efecto significativo en el precio del oro.
Los Winklevoss resaltan en su post que hay muchos ejemplos de bienes que han servido como moneda de cambio a lo largo de la historia. El dinero ha tomado muchas formas a través del tiempo, como el metal y el papel.
El dinero es un concepto consensuado, es lo que queremos que sea. Si nos ponemos de acuerdo para que una divisa electrónica sea el dinero del futuro, lo será. Y ahí entra el BTC. Además, para los hermanos Winklevoss, “Bitcoin es el único activo en el universo que tiene una oferta fijada de antemano bajo parámetros determinísticos”.
En este sentido, Bitcoin no se enfrentará a los problemas que enfrenta el oro (y otros activos similares) debido a las fluctuaciones en la oferta. Más allá de esta circunstancia, los gemelos sitúan al BTC por encima del oro, enunciando ciertas ventajas: durabilidad, portabilidad (se pueden enviar bitcoins a cualquier parte del mundo en cualquier momento, siempre que se disponga de conexión a internet), almacenamiento, divisibilidad, etc.
Los hermanos Winklevoss solo destacan una bondad del oro, en comparación con el BTC: su capitalización de mercado. Aunque esta supuesta desventaja podría ser una oportunidad para Bitcoin: “si el BTC siguiera los pasos del oro, hablaríamos de un escenario alcista con una apreciación del valor que podríamos multiplicar por 45”.
Es decir, los gemelos Winklevoss están diciendo que podríamos esperar una revalorización del BTC unas 45 veces por encima del precio actual. De ahí, sacan la cifra de 500 000 USD por bitcoin.
