Bitcoin sigue integrándose en la sociedad, llegando a lugares tan inesperados como el pago de sueldos de funcionarios y políticos. Las propuestas no paran de sucederse últimamente, como la que ha puesto sobre la mesa del parlamento brasileño el diputado Luizão Goulart.
Curiosamente, la propuesta de Goulart llega a los medios poco después de conocerse que el alcalde de Miami pretende cobrar su salario en BTC. Francis Suarez respondió el pasado 2 de noviembre a un tuit de Pompliano donde se preguntaba “quién iba a ser el primer político americano que aceptara su salario en bitcoins”.
Suarez ya se ha puesto en marcha y espera que Mike Sarasti, CIO de Miami le ayude a hacer realidad su sueño: cobrar los casi 3 BTC anuales que ingresa como alcalde de Miami (según el precio actual).
Las criptomonedas están popularizándose cad vez más. En el caso del BTC, se usa como medio de pago en infinidad de negocios a los largo y ancho del planeta. Además es moneda oficial en El Salvador, primer país del mundo en atreverse a hacerlo.
Con este escenario de fondo, el diputado Luizão Goulart propone que tanto los empleados del sector privado como los funcionarios puedan cobrar parte de sus salarios en BTC. De aceptarse la propuesta, el Gobierno brasileño se sumaría al salvadoreño en la colaboración mundial para conseguir una adopción generalizada de la divisa de Nakamoto.
La propuesta de ley se presentó esta semana en mitad de un debate bastante animado sobre el BTC. En cualquier caso, el borrador no viene a echar leña al fuego. Simplemente plantea la posibilidad de que los trabajadores y funcionarios elijan libremente si quieren o no cobrar una parte de su sueldo en criptomonedas.
Queda patente que la aproximación de las autoridades brasileñas al BTC es mucho más sutil que la de Bukele. En El Salvador es obligatorio ofrecer la opción de que todos los negocios salvadoreños deben ofrecer el BTC como medio de pago como alternativa al dólar estadounidense.
En realidad, no es obligatorio usar el BTC, es solo una opción más, y legal. Esta flexibilidad también la vemos en el texto brasileño, que permitiría a los trabajadores y funcionarios elegir qué porcentaje de su salario podría cobrarse en criptos.
Una cosa está clara. El BTC ha llegado para quedarse, al igual que otras criptos. Goulart habla de la necesidad de estar preparados para lo que define como “la cuarta revolución digital”, así como para el impacto social que tendrá la transformación del concepto del dinero tal y como lo pensamos hoy en día.
En este sentido, el parlamentario brasileño asegura que el BTC es “la antítesis del actual sistema financiero mundial”, principalmente porque no depende de las instituciones del mainstream para funcionar.