La creación de bitcoins requiere una enorme cantidad de energía. Se estima que el minado de la divisa de Nakamoto abarca algo más del 0.5% del consumo mundial de electricidad.
Según la empresa Endesa, el gasto mensual de un dispositivo minando bitcoins se traduciría en aproximadamente 160 kWh. Esta necesidad de energía eléctrica ha llevado algunos países (véase Irán) a facilitar el acceso a las centrales eléctricas a los mineros de bitcoins.
El creciente interés por encontrar fuentes alternativas de energía para generar nuevos bitcoins es más que comprensible. No hablamos solo de los mineros, los expertos también señalan que Bitcoin no tendrá futuro si no se adopta de forma generalizada el uso de energías limpias.
Uno de los defensores del uso de las renovables para el minado de bitcoins es el CEO de Ripple. Brad Garlinghouse asegura que el criptoespacio solo alcanzará su máximo potencial si la totalidad de las fuentes de energía usadas en el minado son renovables.
En una entrevista concedida a Bloomberg, Garlinghouse comentó que “el sistema de pagos de Bitcoin es el más ineficiente de la historia, ya que el consumo energético irá aumentando en función de la subida del precio del BTC”.
No se trata solo de una cuestión económica; según el CEO de Ripple, también deberíamos tener en cuenta la enorme huella de carbono que supone mantener en pie al BTC (y al resto del criptomercado). De manera gráfica, aseguró que “cada transacción de bitcoins equivale a la quema de 75 galones de gasolina”.
Lo que para Garlinghouse es una visión de futuro, para el mediático inversor Kevin O’Leary es una necesidad. Recientemente, declaró en la CNBC que solo comprará bitcoins minados en países que usen energías renovables.
En la entrevista, mencionó lo que él denomina “monedas de sangre”, dejando claro que no quiere saber nada de ellas. O’Leary hacía referencia directa al minado de bitcoins de las plataformas chinas; empresas que, según el famoso inversor, contribuyen al daño generalizado del medio ambiente debido a sus técnicas de minado.
En este sentido, un estudio de la Universidad de Cambridge señala que China es el país que más energía consume minando bitcoins, ya que es responsable del 65% de la producción mundial.
El uso de renovables ya es una realidad. Dos empresas del sector, Argo Blockchain y DMG Blockchain Solutions han dado vida al proyecto Terra Pool, la primera plataforma de minado de bitcoins que usa exclusivamente energías renovables.
Concretamente, la plataforma consumirá energía hidroeléctrica, descartando por completo el uso de renergías procedentes de combustibles fósiles. Con este proyecto, según el comunicado conjunto de las compañías, “abre un espacio a los mineros que desean generar bitcoins de forma sostenible”.
De momento, es solo un grano de arena en el desierto, pero es un paso más hacia un criptoespacio limpio, respetuoso con el medio ambiente y, como dice Garlinghouse, totalmente libre para ofrecer todo su potencial.