La privacidad es una de las preocupaciones principales de los usuarios cuando se habla del uso de divisas centralizadas. El Banco Central Europeo (BCE) ha respondido al respecto del anonimato de una futurible CBDC europea.
Según el BCE, las transacciones con una divisa europea digital debería mantener el mayor grado de privacidad de los usuarios. Para ello, plantea hasta tres grados de anonimato diferentes para las operaciones con hipotético euro digital.
Con estas tres opciones de privacidad, el BCE espera tranquilizar a los usuarios. El primer escenario propuesto contemplaría un nivel de privacidad similar al de las operaciones con el euro tradicional.
En este caso, las entidades bancarias tienen acceso a información sensible sobre el emisor y el receptor del dinero. La razón expuesta por la entidad central europea es “la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo”.
Frente a esta opción, el BCE cree que las otras dos propuestas son más “deseables” para el uso de una CBDC europea. La diferencia entre el grado de anonimato en el segundo escenario dependería de la cantidad.
Para las transacciones de bajo valor que impliquen un riesgo menor, bastaría con “verificaciones simples”, asegura el BCE. Si hablamos de transacciones que impliquen cantidades significativas de dinero, se aplicarían los controles propios de las transacciones actuales con el euro tradicional.
En cuanto a los umbrales para determinar qué opción sería la más adecuada, el documento publicado por el BCE no dice nada. En cambio, sí habla de las operaciones offline como un tercer escenario para el uso de una CBDC europea.
En este último caso, las transacciones de los usuarios serían opacas para las entidades intermediarias y el BCE. Por motivos de seguridad y control de riesgo, esta opción solo estaría disponible para operaciones de valor mínimo.
Aunque el BCE habla en su documento de diversos grados de privacidad, lo cierto es que indica en el documento que el anonimato total de los usuarios no se plantea. El lavado de dinero se encuentra entre los motivos principales para rechazar la privacidad absoluta.
En cualquier caso, la entidad central europea asegura que trabaja para encontrar un equilibrio entre el anonimato de los usuarios y el marco regulatorio financiero de la eurozona.
Resumiendo, el BCE plantea tres cuestiones en su presentación sobre la privacidad de una CBDC europea. La principal es su compromiso con cierto nivel de anonimato de los usuarios.
También plantea la integración de este compromiso dentro del marco actual para el euro tradicional. Por último, el BCE se pregunta cuál es el equilibrio perfecto entre los objetivos de la UE y los estándares de privacidad para un euro digital.