Durante el primer cuatrimestre de 2021, Tesla ha vendido una décima parte de sus fondos en BTC. Se trata de un dato que ha despertado el interés de un puñado de expertos en el criptoespacio y algunas celebridades del ciberespacio, tales como Dave Portnoy.
El bloguero estadounidense ha publicado un par de tuits en referencia a la venta de bitcoins por parte de Tesla, aunque señalando directamente al CEO del gigante tecnológico. Según Portnoy, Musk “compró bitcoins para inflar su precio, luego tumbarlo y hacer una fortuna”.
Con cierto tono de sorna, Portnoy añadió en el tuit: “oigan, yo tengo un bitcoin, pero el BTC es justo lo que pensábamos que era; no seas el último tenedor de Bitcoin”. Un par de horas más tarde, tras la respuesta de Musk, Portnoy tuiteó un meme que rezaba “holdeando el 100% de mi bitcoin”.
A ambos mensajes, Musk ha respondido con el mismo tuit que “no ha vendido ninguno de sus bitcoins”. Le deja claro públicamente que “Tesla ha vendido el 10% de sus fondos simplemente para probar su liquidez en BTC como alternativa al efectivo en el balance de cuentas”.
Los informes de Tesla indican que la compañía ha vendido bitcoins por valor de 272 millones de dólares durante el primer cuatrimestre de este año. Si nos fijamos en la revalorización de los fondos en BTC de la empresa (unos 2.7k millones de dólares), el cálculo nos lleva al dato aportado por Musk.
Tesla se ha desprendido de una décima parte de sus bitcoins, generando un impacto positivo de unos 101 millones de dólares. Pero la cuestión es por qué Tesla invirtió 1.5k millones de dólares en BTC justo en enero, antes de la subida significativa del precio.
El mero hecho de la compra por parte de Tesla y los tuits de Musk ayudaron a catapultar la cotización de la divisa de Nakamoto. Ahora que el precio se desmorona y Tesla desvela las ventas del primer cuatrimestre, parece comprensible que la comunidad cripto se pregunte si Musk está jugando al Monopoly (sobre todo después de intentar inflar el precio de Dogecoin de forma descarada).