Tesla ha reculado de nuevo. Primero dijo que aceptaría el pago con BTC, luego que no, ahora que podría ser… Musk ha abierto la puerta a una nueva adopción de la divisa de Nakamoto, pero con una condición.
Tesla solo admitirá bitcoins minados usando al menos un 50% de energías renovables. La noticia salta a las redes cuando se cumple un mes desde la cobra de Musk al BTC. Al menos, el CEO de Tesla mantiene la coherencia.
Según el tuit de Musk, el baneo del BTC respondió a cuestiones ecológicas. El minado y las transacciones con bitcoins no son para nada eco-friendly, así que solo aceptará BTC de nuevo como pago en su compañía si se gasta menos energía.
La cuestión ecológica preocupa mucho a Musk, tanto como para despertar suspicacias entre sus seguidores. Algunos hablan de troleo; otros, de especulación indecente. Hay quien echa la culpa a conocidos proyectos del criptoespacio.
Es el caso del CEO de DCG y de la CSO de CoinShares, que señalaron Ripple como motor de la mala prensa que estaba teniendo Bitcoin en materia de gasto energético. Se llegó a decir que Garlinghouse estaba detrás del repentino interés de Musk por la ecología del criptoespacio.
El CEO de Ripple se tomó a mofa las declaraciones, aunque no se pronunció sobre la posibilidad de que Tesla adoptara el XRP como token ecológico. Parece que la comunidad de Ripple no tendrá esa suerte o esa desgracia, según como se miren los tuits de Musk.
La cuenta de Musk está llena de tuits “graciosos”, memes y mensajes con cierto aire mordaz. Se podría decir que el CEO de Tesla es un tipo gracioso que dirige una de las empresas más potentes del sector tecnológico y automovilístico.
También tiene una cuenta en Twitter con más de 57 millones de followers. Se trata de una comunidad muy activa que se traga a pie juntillas lo que publica. Por eso Magda Wierzycka, CEO de Sygnia, ha acusado a Musk de especular y manipular el precio del BTC.
De hecho, el mensaje de Musk sobre la posible readopción de la divisa de Nakamoto se publicó en respuesta a las acusaciones de Wierzycka. Más allá de las verdaderas intenciones de Musk, lo cierto es que sus tuits suelen venir acompañados de extrema volatilidad en el criptomercado (le convenga o no).