La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha publicado un documento sobre la nueva regulación que afecta a los anuncios de activos digitales. Los influencers del sector también están bajo el ojo de mira de los reguladores españoles.
La normativa de la CNMV entra en vigor dentro de un mes, el 17 de febrero de 2022. Básicamente, obliga a avisar con diez días de antelación a los anunciantes que emitan ads sobre inversión de criptomonedas dirigidos a más de 100k usuarios.
Además de avisar a los reguladores, los anunciantes deberán diseñar campañas directas, claras y equilibradas. Asimismo, la información sobre los riesgos asociados a la inversión con criptoactivos debe ser suficiente.
Los anunciantes no tendrán que avisar de ninguna otra actividad, aunque siempre contarán con la supervisión de la CNMV. En el caso de los proveedores de productos y servicios de criptoactivos que acudan a terceros para publicitarlos, la comisión estará pendiente de que se cumplan ciertos requisitos.
En este sentido, los influencers tendrán que estar al tanto de la nueva normativa de la CNMV. Por ejemplo, en los anuncios que publiquen en sus cuentas deberá incluirse un apartado sobre la ausencia de regulación de las inversiones con activos digitales.
Igualmente, se deberá incluir una advertencia explícita sobre pérdidas. Concretamente, será obligatorio indicar que los traders pueden perder todo el capital invertido. Además, los ads tendrán que incluir un enlace con información adicional sobre este tipo de inversiones.
La nueva normativa de la CNMV no es un grito en el desierto. De hecho, está en consonancia con medidas que están tomándose en otros países europeos. Es el caso de la Advertising Standards Authority (ASA).
El regulador británico sobre normativas publicitarias censuró diversos anuncios el año pasado. Algunos pertenecían a compañías y exchanges relevantes en el criptoespacio, como Kraken, Crypto o Coinbase.
Este tipo de regulaciones están dividiendo al sector, aunque las empresas españolas están contentas con la noticia. Al menos, las que creen que el texto no influirá en el desarrollo del sector en España, han mostrado su agrado por la seguridad que aportará la nueva normativa a los inversores.