KPMG International ha publicado un informe optimista sobre el estado de madurez del criptomercado. La firma holandesa asegura que el sector de los activos digitales sigue creciendo a pesar de los factores económicos y sociopolíticos a nivel mundial.
La guerra en Ucrania y los máximos inflacionarios han impactado significativamente en el precio de los criptoactivos. Quedan lejos los niveles de finales de 2021, pero, según KPMG, el criptoespacio sigue expandiéndose.
Los números no mienten. En noviembre del año pasado, la capitalización del criptomercado superó los 3 billones de dólares. A mediados de septiembre, apenas alcanza los 1.1 billones de dólares. ¿Se puede hablar de crecimiento?
El equipo de KPMG cree que sí. Su informe habla de madurez, de inversión. La firma indica que la incertidumbre económica ha favorecido la entrada de capital en el criptomercado a comienzos de 2022.
Trade Republic es uno de los actores que ha servido de vía para este movimiento. El bróker alemán ha llegado a recaudar 1100 millones de dólares destinados a organizaciones del sector.
Destaca la estrategia de Sam Bankman-Fried, que ha invertido en diversas empresas con problemas derivados del criptoinvierno. Su principal compañía, FTX, ha cerrado rondas de financiación de cientos de millones de dólares.
Durante la primera mitad de 2022, se han invertido en torno a 14.2k millones de dólares. Esta cifra dista de los 32.1k millones de dólares invertidos en 2021, pero supera la inversión de 2019 y 2020 en su conjunto.
Cabe destacar que 2021 se ha caracterizado por la altura de expectativas. Entre otras cosas, es un año en el que hemos visto al primer país del mundo haciendo historia al adoptar el BTC como divisa de curso legal: El Salvador.
La firma holandesa hizo su primera incursión en el criptoespacio en 2020, cuando lanzó su proyecto KPMG Chain Fusion. Su principal objetivo ha sido dar apoyo a las entidades financieras interesadas en ofrecer criptoservicios.
Ese año también tiene lugar la primera compra de BTC y ETH, realizada a través de la subsidiaria canadiense de KPMG. La adquisición se produjo en ferbero. Pocos meses después, la compañía contrató a Ian Taylor para liderar el equipo británico de la compañía.