Un estudio reciente llevado a cabo por los analistas de Juniper Research prevé que las transacciones con CBDC superarán los 210k millones de dólares en la próxima década. La firma asume que todos los bancos centrales emitirán sus propias divisas digitales, que serán usadas por los gobiernos de todo el mundo.
Los analistas destacan que el desarrollo de las CBDC se encuentran en un estadio inicial, aunque las autoridades centralizadas están acelerando el proceso todo lo posible. El lanzamiento generalizado podría tener lugar antes de 2030, año en el que el estudio de Juniper Research asegura que el 92% de las transacciones con CBDC serán locales.
En etapas más avanzadas de desarrollo, las CBDC podrían formar parte de una red de pagos transfronterizos que aumente el porcentaje de transacciones internacionales. Según Nick Maynard, firmante del informe:
“Actualmente, los pagos transfronterizos son caros y lentos, pero las CBDC no se centrarán en esos aspectos. El desarrollo de las CBDC será específico en cada país”.
Es probable que en una primera fase de implementación, los bancos centrales intenten resolver cuestiones relacionadas con las economías locales. También podrían marcar como objetivo el aumento del control sobre las finanzas de los ciudadanos, tal y como señalan muchos analistas.
Las autoridades respaldarán las CBDC. Su argumento es que la aplicación de la tecnología blockchain es imprescindible para mejorar el sistema financiero. La intención de las entidades centrales es competir con Bitcoin. Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, defiende esta idea, asegurando que las operaciones con CBDC serán más baratas y rápidas.
Obviando la cuestión del coste y la velocidad de las transacciones, va a ser complicado que los usuarios de criptomonedas confíen en las CBDC y dejen de usar BTC. Para los puristas, estas divisas centralizadas, aunque digitales, no tienen nada que ver con la filosofía de Nakamoto.
Adam Back, CEO de Blockstream, comentó el año pasado que las CBDC son peores que las cuentas bancarias, frente a Bitcoin, que es un tipo de dinero sin vinculación política, imposible de controlar. Esta es una dea compartida por la inmensa mayoría de influencers y empresarios del sector cripto.
China, totalmente contraria al uso de criptomonedas, ha sido el primer país en lanzar proyectos pilotos que incluyen el uso de CBDC. El yuan digital es una realidad, indicando qué camino podrían tomar otros países, como Brasil, Japón y Corea del Sur.
En 2021, las autoridades chinas distribuyeron 4.6 millones de e-CNY Chengdu y más de 6 millones en Beijing (donde se usaron durante los Juegos Olímpicos de 2022). El año pasado le tocó el turno a los habitantes de Shenzhen, que recibieron 2.3 millones de e-yuanes.