La demanda interpuesta por la SEC sigue dañando la imagen de Ripple. Los gigantes del criptomercado se van sumando al rechazo generalizado contra el XRP; el último, Grayscale, que ha decidido deshacerse del token.
Grayscale Investment ha anunciado que ya no contará con XRP en su cartera de criptos. La medida supone un golpe más que el equipo de Ripple deberá asumir tras las acciones legales tomadas por la SEC.
La noticia se hizo pública ayer, justo cuando la cotización del token parecía recuperarse ligeramente después de un fin de año desastroso. Las pérdidas en las últimas 24 horas rondan el 1.2% (aunque sigue manteniendo una revalorización semanal cercana al 17%).
Según la compañía de inversión, la decisión se ha tomado en consonancia con la demanda interpuesta por la SEC, donde se define al token de Ripple como un valor:
“En respuesta a las acciones legales de la SEC, un buen número de plataformas relevantes han anunciado medidas diversas, tales como el baneo del XRP de sus listas de criptos; como resultado, será complicado para los inversores estadounidenses convertir el token en dólares”.
Como parte del proceso de eliminación del token, Grayscale asegura que repartirá los fondos resultantes entre los tenedores de XRP que participaban directamente en el fondo. Se trata de un fondo relativamente abultado, que, según Grayscale, alcanza los 8.4 millones de dólares.
La posibilidad de que el XRP termine siendo considerado un valor es razón suficiente para que las plataformas y entidades estadounidenses repudien el token de Ripple, pero ¿habrá alguna otra razón para que Grayscale se apresure a eliminarlo de su cartera?
La compañía ya había dejado caer que borraría todo rastro del XRP cuando sacó al token de su DLC, pero no mencionó la SEC en ningún momento. Quizá, como apuntan algunos defensores de Ripple, los analistas de Grayscale estén más preocupados por el pésimo desempeño del token: XRP es el activo que menos beneficios genera en Grayscale.
En cualquier caso, está claro que Grayscale no es un caso aislado en esta batalla a muerte que Ripple está librando contra la SEC. Numerosos exchanges con sede en Estados Unidos han eliminado el token de sus listas; otros, siguen a la espera de una resolución firme por parte de la SEC.
Mientras tanto, el conflicto se está convirtiendo en una cuestión internacional, y autoridades financieras como la FSA ya se están pronunciando. En el caso del organismo japonés, la posición es meridiana: no consideran que el token de Ripple sea un valor (al menos, teniendo en cuenta las leyes del país).
¿Tendrá esta simpatía hacia el XRP algo que ver con la buena imagen que Ripple tiene en Japón? Seguramente, pero lo que empieza a quedar claro es que la guerra de Ripple contra la SEC no va a ser local.