El BTC lleva cerca de dos meses lateralizando. Si echamos un vistazo a las gráficas, la historia nos dirá que los periodos largos de acumulación han precedido casi siempre a movimientos significativos en el precio.
Esta es la opinión de los analistas de Glassnode, que basan su pronóstico en los datos previos, además de en la aparente fortaleza de la red. Se refieren a esta última semana de quietud como “la calma que precede a la tormenta”.
Ciertamente, la cotización apenas se ha movido en los últimos siete días, con una devaluación del 2%. El precio baila en torno a la línea de los 33k USD. Se encuentra dentro del rango, pero cerrando poco a poco la amplitud de los movimientos.
Desde Glassnode, hablan también de la acumulación procedente de la minería y la presión de venta que están ejerciendo los mineros de nuevo. En este sentido, cabe destacar el repunte del hashrate observado a finales de junio desde el mínimo de agosto de 2019.
Según la información disponible en la web de Bitinfocharts, la potencia de la red ha aumentado un 32% desde el año pasado. Esto supone una recuperación de la tercera parte del hashrate.
Los analistas de Glassnode explican esta circunstancia refiriéndose a los mineros chinos. Es probable que gran parte de los mineros se hayan reubicado satisfactoriamente, superando el drama del criptodestierro por parte de las autoridades chinas.
El incremento de la actividad en los exchanges es otro indicador que respalda la teoría de la acumulación. El flujo durante las últimas dos semanas ha sido notable. Puede que los traders estén preparándose para vender.
Ya vimos en abril a los inversores mover sus bitcoins a exchanges centralizados. La conversión masiva de BTC a tokens estables o dinero fíat podría indicar un movimiento inminente del precio tras varios meses de relativa tranquilidad.
Según Glassnode, se han estado moviendo unos 2000 bitcoins por día, lo que supone un aumento significativo durante estas dos semanas. Hay que sumar a la ecuación que las comisiones de los depósitos han disminuido y el coste de las retiradas ha aumentado.
Resumiendo, para los analistas de Glassnode, todos los factores apuntan a un movimiento de proporciones bíblicas a corto plazo: presión de venta, largos periodos de acumulación y activación del flujo en los exchanges.