Puede que Fred Schebesta no sea una estrella de los medios digitales en Europa. Quizá los millennials estadounidenses lo conozcan un poco. Pero es en Australia, su tierra natal, donde su popularidad es digna de mencionarse.
Esta popularidad creció más si cabe tras anunciar que regalaría bitcoins. Su intención, al parecer, es fomentar la vacunación en Australia ofreciendo 0.0001 BTC. Cuando lanzó su propuesta, equivalía a unos 5 dólares.
Ya sabemos que el precio del BTC se mueve más que Fry con 1000 tazas de café. Ese puñado de satoshis ahora mismo vale más, pero podría valer menos en el futuro. Se supone que la cantidad es simbólica: a nadie le va a arreglar la vida.
Cabe destacar que este “regalo” se tiene que pedir a través de la aplicación de Finder, que, fíjese usted, es de Schebesta. Evidentemente, acá huele a marketeo del bueno. No vamos a juzgar ahora si es ético aprovecharse de la pandemia para lucrarse o promocionar indirectamente ciertos productos…
Si hablamos exclusivamente del criptoespacio, la duda es si Schebesta solo quiere seguir ganando pasta o está apostando realmente por las criptos. Es difícil saberlo con su indumentaria de cuarentón moderno que se dedica al coaching financiero de millennials.
La generación del milenio le ha hecho rico, pero a base de dinero fíat, al parecer. En cualquier caso, no importa que su patrimonio no sea en gran parte cripto. Hay muchas celebridades que están apostando por el sector sin tirarse a la piscina.
Con Schebesta, siempre hay espacio para la especulación. Sobre todo cuando envía mensajes como el de ayer en redes. Dice que “Australia podría ser el criptobanco del mundo”. No dice que quiere que los australianos se suban al carro del criptomercado, pretende que lo lideren.
La publicación en LinkedIn viene acompañada de un vídeo donde, con tono bastante serio y decidido, parece interesarse de verdad por la seguridad de los tenedores de activos digitales.
A ver, la seriedad era más que necesaria. Estaba hablando con senadores australianos que están revisando la cuestión de las cripto en el país. Dijo algo sensato: las autoridades financieras deberían garantizar los depósitos de cripto en el país hasta cierta cantidad.
Vamos, que Schebesta quiere que en Australia se protejan los intereses económicos de la quinta parte de la ciudadanía australiana (cerca de un 20% tiene activos digitales). También se trata de fomentar la creación de un tejido empresarial que dé cabida al criptoespacio.
De ahí a convertir Australia en el centro criptofinanciero del mundo hay mucho trecho. Además, como le recuerdan algunos de sus seguidores, ya existe un criptobanco-exchange con el que es casi imposible competir: Binance.