En una sociedad global embebida por el capitalismo, es difícil resistirse a la persona más rica del mundo. El dinero es el dinero, y 44k millones de dólares pesan mucho. Sí, hablamos de Musk y de la compra de Twitter.
El CEO de Tesla firmó ayer el acuerdo definitivo para hacerse con el control absoluto de la red del pajarito. La operación tendrá a Morgan Stanley como intermediaria, la misma compañía financiera que ayudó a Musk a lanzar su empresa de coches a los mercados.
Los directivos de Twitter se reunieron con Musk el pasado domingo. La reunión se alargó hasta el lunes, y la madrugada parece que les ha servido para recapacitar. Se negaban a vender la red a Musk desde el principio, pero no han podido resistirse al olor de los dólares recién horneados.
Para el CEO de Tesla, ha sido una victoria para “la libertad de expresión”, razón por la cual “incluso sus peores críticos siguen en Twitter”, asegura Musk. Ese ha sido su argumento desde el principio: conseguir que la red azul sea ”una plataforma mundial donde reine la libertad de expresión”.
Más allá de la discusión sobre qué significa la libertad de expresión para Musk o si es posible que esta sea horizontal en Twitter, a los analistas les interesa el impacto económico de la operación.
Los inversores han estado atentos a los movimientos de Musk desde que se hiciera con el 9.2% de las acciones de Twitter. En el último mes, la cotización de las acciones de Twitter ha aumentado un 32%, rozando los 52 dólares por unidad la jornada de hoy.
El mismo porcentaje muestra la revalorización intradía de Dogecoin, que se ha disparado tras conocerse la noticia de la compra de Twitter. La cripto favorita de Musk ha ganado cuatro centavos por unidad en apenas 24 horas, colándose de nuevo en el top10 por capitalización.
Mientras Bret Taylor y compañía no terminaban de fiarse del hombre con más pasta del planeta, el exCEO de la compañía mostraba públicamente su disgusto. Dorsey secundó las palabras de Buterin a mediados de abril con un simple “y yo también”.
¿Qué dijo el cofundador de Ethereum? Básicamente, que no le molaba mucho la idea de que la gente rica se apropiara de las redes sociales. El propio Dorsey lo dejaba claro en otro tuit: “no creo que ninguna institución o persona debiera tener el control de ningún medio”.