Según la información disponible en la web Nonfungible, el mercado de tokens no fungibles podría estar desplomándose en silencio mientras los medios se hacen eco de los millones de dólares ganados por un puñado de artistas.
Al parecer, este joven mercado habría perdido hasta un 70% de su valor en apenas un mes. ¿Qué ocurre? ¿Explotó la burbuja? ¿Por qué los medios hablan de los TNF como el futuro del coleccionismo si los datos indican que el mercado se desploma? ¿Se equivocan los expertos o, peor aún, mienten?
Vayamos por partes. Por un lado, cualquier mercado, tradicional o disruptivo, antiguo o nuevo, se caracteriza por una cosa: los ciclos. Todo lo que sube, baja. Con el precio de los activos, incluso de los digitales, pasa lo mismo. Normalmente, cuanto mayor es la velocidad de subida, más dura es la caída que le sigue.
En el caso del criptomercado, lo hemos visto en incontables ocasiones. El mercado de los TNF no iba a ser menos. En cuestión de semanas, hemos visto cómo se han vendido versiones digitales de pinturas, tuits, juegos, iconos, memes… Todo en forma de token no fungible, y por cientos de miles de dólares en algunos casos.
El mercado de TNF se está desplomando. Imagen: Bloomberg
Este movimiento masivo de dólares ha hecho pensar a muchos que el pelotazo del 2021 serán los tokens no fungibles. Puede que así sea, pero eso no evitará que nos encontremos con correcciones de proporciones bíblicas por el camino. Dicho esto, una caída del 70% es demasiado.
La fuerte especulación que hay detrás del criptomercado explicaría este retroceso tan acentuado. Se trata de una especulación financiera a la que hay que sumar la artística. En el mundo de los tokens no fungibles se están dando la mano ambos tipos de especulación, y eso se nota en el movimiento de los precios.
Obviamente, no todos los TNF son obras de arte, pero sí lo son los que están acaparando la atención de los medios. Son estos tokens los que han permitido disparar la capitalización en el primer cuatrimestre de este año, en gran parte debido a la actividad de especuladores, coleccionistas y creadores de contenido.
La fiesta ha sido descomunal; parece lógico que la resaca sea insoportable. Un ejemplo claro lo tenemos en la obra digital de xCopy (Reflection), que se vendió a finales de 2018 por apenas 200 dólares. Hace un par de semanas, gracias a la tokenización de la obra, se pudo revender por 98k dólares. El 31 de marzo se volvió a vender por 877k USD.
Evidentemente, este caso representa una pequeña parte del mercado basado en TNF. Hay muchas historias de fracasos, y son estas las que dibujan el destino incierto de la burbuja de los tokens no fungibles, amén de explicar por qué este débil mercado parece estar hundiéndose mientras unos cuantos especuladores se lucran.
