Yam Finance parecía ser un proyecto prometedor que había captado la atención de gran parte de la comunidad cripto. No eran pocos los traders y analistas que estaban ilusionados con Yam Finance, hasta que han visto el batacazo sufrido en apenas unas horas.
Una caída del 90% en cuestión de horas es algo que no se ve todos los días, pero hay que recordar que Yam Finance se trata de un experimento financiero con poco más de un par de días de vida. La cuestión es que parece que el experimento en sí no estaba mal, a excepción de un error fatal que no pudo solucionarse a tiempo.
Una vez más, nos topamos con una noticia que nos advierte de los peligros de invertir en criptos. Merece la pena destacar que, en este caso, se trata de una negligencia y no de una estafa. Pero, al final, este tipo de historias se traducen en pérdidas para muchos traders e inversores que se la juegan al confiar en un equipo de desarrolladores que pueden tener más buenas intenciones que preparación.
Yam Finance pretendía ser un resorte para las DeFi. Al menos, el experimento tuvo un leve efecto positivo en ellas, seguramente tras la posibilidad de hacer staking con diferentes tokens y obtener beneficios en forma de YAM.
La respuesta de la comunidad ha sido tal que el token rebasó los 150 USD en algo menos de 24 horas. Este subidón desde un valor prácticamente nulo, despertó la ansiedad en el criptomercado. Para muchos, las DeFi estaban dando la cara por fin.
Pero ayer, apenas 24 horas tras la puesta en marcha del proyecto, los tenedores de YAM vieron cómo sus carteras se inflaron con un 800% más de tokens, justo cuando el precio caía en torno a un 90% (de 100 a 10 USD en cuestión de horas).
“We are urgently investigating a potential flaw that would prevent proposal execution.”
The rebase took place, and it appears that the efforts were for not. One of the founding members of the protocol, Brock Elmore, took the blame for what happened.
Entonces… ¿qué ha pasado con Yam Finance y su token? De entrada, nada hacía presagiar un tortazo tan brusco, y mucho menos tan pronto. Se trata de un protocolo único, con una distribución justa sin minado previo. Además combina unos principios de oferta bastante flexibles.
Poco después del aumento de tokens en las carteras de los tenedores de YAM, los desarrolladores publicaron en Twitter que habían encontrado un error en el código. Desde Yam Finance advirtieron que, debido a ese error, se lanzarían a la red muchos más tokens de los asumibles. Las 8 de la mañana (UTC) fue la hora estimada para que los fondos se esfumaran por culpa de la imposibilidad de mantener el equilibrio de la red.
Se trabajó contra reloj, pero de nada sirvió el esfuerzo. A la hora señalada, se produjo el desastre. Uno de los fundadores de Yam Finance, Brock Elmore, se responsabilizó de lo ocurrido, agradeciendo el apoyo recibido por parte de todos los interesados en el proyecto.
En cualquier caso, el equipo recuerda que este tipo de experimentos son arriesgados, y que hicieron todo lo posible por avisar a la comunidad de los peligros asociados a su proyecto. La precaución siempre debe ser una máxima en estos casos, que nos recuerdan que el criptomercado es extremadamente voluble.
Por otra parte, lo sucedido con Yam Finance nos ofrece una ligera idea del estado de ánimo del mercado, que se encuentra ciertamente alcista y con ganas de actividad. Solo hay que ver el vaivén de la capitalización de mercado de YAM en apenas un día: de 65 millones de dólares a prácticamente nada.