Desde Suecia llegan noticias interesantes. KBC, uno de los bancos más potentes del país, está considerando la posibilidad de lanzar su propio token. Aunque el nombre no es demasiado original (KBC Coin), su lanzamiento sería relevante para el criptoespacio.
¿Por qué la comunidad cripto iba a fijarse en este token? Hay miles, sí, pero que un banco se acerque de esta forma a los activos digitales podría servir de aliciente para otras entidades (incluidos los bancos centrales).
El token de KBC funcionaría como recompensa para que los clientes se involucraran en acciones destinadas al crecimiento de la entidad. También mejoraría la interacción entre el banco y sus clientes, por supuesto.
El tema de la privacidad también estaría sobre la mesa. En este sentido, el CEO de la entidad asegura que el token se está probando en entornos privados con la intención de optimizar algunos aspectos, entre ellos, la protección de la identidad de los usuarios.
Desde KBC se han esforzado en destacar otro aspecto más del token: no es una cripto cualquiera. Dicen que no es como el BTC, ni siquiera como ninguna altcoin u otra cripto del mercado.
Efectivamente, KBC Coin se diferenciaría de la inmensa mayoría de tokens existentes en su red, que estaría totalmente cerrada. El token de KBC solo funcionaría dentro de la infraestructura de la entidad.
Es decir, los usuarios no tendrían que estar con un amago de infarto a cada paso, ya que la volatilidad no le afectaría. Ni siquiera la adquisición de las unidades de KBC Coin sería libre: se suministrarían “a clientes fieles para el uso de los servicios de la entidad”.
Es más, el token ni siquiera sería como una divisa tal y como la entendemos: “no es como el euro, con el que puedes realizar pagos en cualquier parte”. Resumiendo, KBC Coin será un token para usar dentro de la red del banco, por ejemplo, para pagar los productos y servicios ofrecidos por KBC.
