La Commodity Futures Trading Commission (CFTC) y Coinbase se vuelven a ver las caras tras el encontronazo sufrido a finales de 2020. Al equipo de Armstrong le va a costar olvidarse de la comisión estadounidense: en noviembre tuvieron que eliminar el trading con margen; ahora tendrán que pagar una millonada.
Hasta 6.5 millones de dólares tendrá que apoquinar la compañía en concepto de multa. La razón: mantener un esquema de “lavado” durante tres años. Básicamente, la CFTC acusa a Coinbase de haber manipulado el volumen de trading de su plataforma.
La CFTC asegura que el exchange dirigido por Armstrong estuvo inflando artificialmente el volumen de trading entre 2015 y 2018. Debido al trading fraudulento puesto en marcha por la propia compañía, los datos ofrecidos a través de webs de información como CoinMarketCap y similares habrían sido erróneos.
La estrategia de Coinbase, en palabras de la CFTC, podría haberse implementado tanto manualmente (a través de órdenes directas a empleados) como automáticamente (gracias al uso de bots de trading).
Con esta multa, la comisión estadounidense declara la guerra abiertamente a las prácticas ilícitas dentro del criptoespacio. Al respecto, el equipo directivo de la CFTC ha mandado un mensaje de labios de Vincent McGonagle, dejando claro que harán lo que estimen necesario para combatir la mala praxis de los exchanges regulados con sede en Estados Unidos.
Para Coinbase, una multa de 6.5 millones de dólares puede que no le resulte una herida mortal, pero sí un dolor de cabeza. Obviando que se trata de una suma sustanciosa, ahora los dueños de la compañía tienen claro que los reguladores les pisan los talones. Quizá por eso, desde el exchange han preferido aceptar las acusaciones y pagar.
En realidad, es la única respuesta plausible por parte del exchange de Armstrong, al menos teniendo en cuenta que la CFTC aporta pruebas sólidas: el registro de la actividad irregular de dos algoritmos de automatización de trading.
Parece que los bots fueron observados en la plataforma GDAX (propiedad de Coinbase, y renombrada como Coinbase Pro en 2018) realizando operaciones que la CFTC interpreta como ilícitas. Aunque la comisión no deja claro qué actividad se llevó a cabo, parece que los bots estuvieron tradeando uno contra el otro.
De entrada, la automatización del trading no es solo legal, sino necesaria en estos tiempos de alta tecnología. El problema con los bots de Coinbase es que pertenecían a la propia compañía y no tradeaban realmente, sino que emulaban operaciones enfrentadas para falsear la actividad de ciertos pares.
Es mucho más probable que los usuarios se animen a operar en un par con más volumen de operaciones (incluso si no saben que ese volumen no es real), y ahí está el engaño perpetrado por Coinbase según la CFTC. Ahora bien, se paga unos cuantos millones de dólares, y asunto resuelto.
De momento, a la administración estadounidense le sale más a cuenta multar que regular. Los traders e inversores, de momento, seguiremos siendo bienvenidos a la jungla del criptoespacio.