Las autoridades chinas han dado la voz de alarma el pasado domingo tras detectar un nuevo caso de peste bubónica en la ciudad de Bayan Nur, en el interior de Mongolia. Puesto que se trata de una región importante para la minería de bitcoins, ¿deberían estar preocupados los mineros?
En plena pandemia por el coronavirus, el mundo presta atención al nuevo caso de peste bubónica detectado en Bayan Nur. Se trata de una enfermedad causada por la bacteria Yersinia pestis, responsable de la muerte de entre el 30% y el 60% de la población europea durante el siglo XIV.
De momento, la situación parece estar bajo control, pero los mineros de Bitcoin están preocupados ante la expectativa de un brote de peste bubónica, principalmente porque Bayan Nur se encuentra en una de las regiones más activas en lo que a minería de bitcoins se refiere.
En realidad, los mineros de Bitcoin no deberían estar preocupados. Hay que recordar que se trata de un caso aislado, totalmente controlado, y que el enfermo en cuestión se mantiene estable. Eso sí, deberían estar atentos a algunos factores que podrían condicionar su actividad.
Una de las variables que podrían afectar a los mineros sería la aparición de nuevos casos. Ante una posible propagación de la enfermedad, las plantas de minado podrían cerrarse por miedo a una nueva pandemia (especialmente cuando no hemos acabado con la del COVID-19).
Evidentemente, en un escenario así, el precio del BTC sufriría bastante. En cualquier caso, no hay razón para dejarse llevar por el miedo, de momento. Si la crisis del coronavirus no ha tumbado las plantas de minado en Mongolia y China, es poco probable que un caso aislado de peste bubónica pueda poner en jaque a los mineros e inversores.
La peste negra tiene cura y se puede controlar con los medios actuales. Algo que no se puede decir del COVID-19, cuya vacuna todavía se encuentra en proceso de elaboración. Si el criptomercado a toreado al coronavirus, podría superar un brote de peste negra.