Hace poco más de un mes que entró en vigor la Ley Bitcoin en El Salvador. Han sido semanas tensas, con un crash apocalíptico y una legión de haters criticando las medidas del presidente Bukele.
Ahora que el BTC vuelve a cotizar por encima de los 60k USD y que el wallet Chivo parece funcionar sin problemas, los salvadoreños están interesándose en la compra de bitcoins. Al menos, eso es lo que ha tuiteado Bukele.
Según el autoproclamado “dictador más cool del mundo”, los salvadoreños están retirando menos dólares de los que depositan en sus carteras para comprar bitcoins. Cita como fuente los propios cajeros automáticos de Chivo.
Bukele asegura que se han depositado en un solo día hasta 3 millones de dólares. Para el presidente salvadoreño, esto prueba que el interés en el BTC está creciendo en el país, en contra de lo que opinan sus opositores.
La visión de Bukele también entra en conflicto con las opiniones de muchos economistas escépticos. Steve Hanke llegó a tildar de estúpida la decisión de Bukele, argumentando que la adopción del BTC sería desastrosa para la economía de El Salvador.
A pesar de las incontables críticas, los análisis negativos y la presión mediática, parece que Bukele tenía razón. Su determinación a la hora de adoptar el BTC llegó a parecer obsesiva, pero está dando sus frutos.
En cuestión de meses, Bukele ha creado una estructura favorable para el uso del BTC: marco legislativo, wallet, cajeros automáticos… hasta una central de minado con energía geotérmica.
La apuesta del presidente salvadoreño por el BTC ha sido firme, llegando a comprar la caída de comienzos de septiembre hasta acumular 700 bitcoins. Los detractores de Bukele criticaron duramente esta compra, pero ahora es el presidente el que destaca los beneficios obtenidos.
Es más, el presidente salvadoreño pretende poner en marcha diversos proyectos sociales con las ganancias. El primero, un hospital para mascotas. El centro veterinario, todavía en fase de diseño, se trata de una propuesta pionera en la región.