Bitcoin está a tope. Los que creían en un rally sin prisa (pero sin pausa) pueden frotarse las manos: el BTC ha vuelto a superar otro máximo anual.
Hace cuestión de horas, la cotización del BTC tocaba la línea de los 14 300 dólares, alcanzando un pico que no veíamos desde enero de 2020. Se trata de un máximo histórico que ha marcado una barrera psicológica los últimos dos años.
¿Romperá el BTC esta barrera o se vendrá abajo? De momento, el precio está aprovechando la inercia y roza los 14 500 USD. Habrá que esperar para ver si se trata de un simple fleco o el ritmo sigue al alza.
Todo apunta a que Bitcoin seguirá su marcha hacia las cumbres de 2017. En la gráfica semanal, tenemos la quinta vela verde. En cuanto a su peso en el criptomercado, la divisa de Nakamoto lleva meses incrementando su dominancia.
El BTC ha ido comiéndose el mercado poco a poco estos últimos meses, alcanzando un 65% del control por primera vez desde mayo de 2020 (según Tradingview). Para algunos analistas populares en Twitter (por ejemplo, IncomeSharks), el hecho de que se rompan resistencias en este grado de dominancia aumenta las probabilidades de que el BTC experimente un impulso más acentuado.
La cuestión de las elecciones presidenciales en Estados Unidos también se encuentra sobre la mesa. Zack Voell no descarta que el resultado genere movimientos significativos en el precio, llegando a sugerir que las elecciones podrían condicionar la cotización del BTC mucho más que el halving.
No solo de bitcoins vive el criptomercado, y eso se nota en las principales altcoins. En lo que concierne a Ethereum, parece que está aprovechando el tirón del BTC, aunque su buen desempeño también se debe a méritos propios.
En la última semana, el ETH se ha revalorizado casi un 4%; un 6.5% en las últimas 24 horas. Este verdor intenso se debe en parte a la influencia del BTC, pero no olvidemos que el lanzamiento de los contratos de depósito han tenido su impacto positivo en el precio, que ahora ronda los 405 USD.
