Tras el último rechazo del precio y la imposibilidad de recuperar la tendencia alcista, el sentimiento de los compradores comienza a debilitarse. Para añadir estrés al panorama, algunos analistas están señalando un indicador apocalíptico: el “cruce de la muerte”.
Rekt Capital lo advirtió ayer en Twitter: “el BTC se encuentra a las puertas de un cruce de la muerte”. Al parecer, la posibilidad de que se forme este cruce entre las medias móviles de 50 y 200 días es alta, lo que podría ocasionar una caída de proporciones bíblicas.
Según el criptoanalista, la magnitud del cruce podría indicar que la tendencia alcista del BTC estaría llegando a su fin. Duras palabras para los maximalistas que esperan una remontada veraniega y un vuelo a la luna para antes del 2022.
Va quedando lejos en el tiempo el último máximo histórico del BTC. Igual de lejos queda el precio, que ha caído desde prácticamente los 65k USD hasta los 36k/37k dólares por unidad, perdiendo cerca de un 45% de su valor.
No se trata de un porcentaje para echarse las manos a la cabeza. El criptomercado es extremadamente volátil y ya hemos visto correcciones significativas en el pasado. La cuestión es que este desplome puede venir acompañado de un indicador totalmente bajista.
De producirse el cruce vaticinado por Rekt Capital, la prudencia debería forzar una preparación mental para el dolor que se avecina. ¿Deberíamos abandonar toda esperanza y defendernos de los zarpazos futuribles?
Según Rekt Capital, sí. Al comparar el rally de 2017 con el de este año, nos está diciendo que la historia se podría repetir: “tras el máximo de 2017, el cruce de la muerte tardó 107 días en aparecer, unos tres meses y medio”.
Nos recuerda que en esos meses, el BTC cayó hasta un 70% desde el pico de los 20k USD. En 2018, cuando fuimos testigos de este cruce mortal, la corrección del precio fue del 65%, cayendo hasta los 3200 USD entre abril y diciembre.
Si la historia se repite y hacemos caso al análisis de Rekt Capital, el cruce de la muerte debería producirse en algún momento entre “finales de julio y septiembre de 2021”. En cuanto a la caída del precio, el llanto está asegurado.
La previsión es que la cotización rompa por debajo del máximo de 2017, hundiéndose hasta los 18k USD antes de volver a la media de 200 días. Si el pronóstico es acertado, nos queda un mes para prepararnos.