Bitcoin comenzó su primer día de trading en 2010, cotizando apenas a 0.003 USD. Diez años después, el precio del BTC roza los 10 000 dólares (8 de mayo). No hace falta indicar lo obvio: el crecimiento de la divisa de Nakamoto ha sido meteórico en la última década.
Hace un par de lustros, eran pocos los traders interesados en el BTC o, simplemente, argumentaban que se trataba de un activo sin futuro. Ahora, evidentemente, se arrepienten de no haber comprado un puñado de bitcoins cuando su precio era irrisorio.
Los que sí apostaron por el BTC en 2010, vieron como su cotización pasaba de 0.003 a 250 USD en apenas 5 años. En 2015, este enorme aumento del precio ya había convertido decenas de carteras electrónicas en tesoros de gran valor.
Los criptomillonarios empezaban a salir en los medios digitales, popularizando la imagen del BTC como un activo con mucho potencial. Seguramente, la mayoría de “nuevos ricos” que generó Bitcoin no tenía ni idea de lo que estaba por llegar un par de años después, cuando el rally de finales de 2017 llevó la cotización del BTC al nivel de los 20 000 USD.
Después de la euforia de diciembre de 2017, Bitcoin tuvo que enfrentarse a una corrección del precio significativa, e inevitable. Pero, incluso con la caída del precio en 2018 (y una aparente recuperación en 2019), los que compraron, por ejemplo, 1000 bitcoins cuando valían poco más de 3 USD, cuentan con una cartera que vale actualmente unos 10.2 millones de dólares.
En estos diez años, no solo ha aumentado el precio del BTC. Se ha creado todo un mercado repleto de miles de divisas digitales. Según la web de CoinGecko, en mayo de 2020, se contabilizan más de 7200 criptos y la capitalización de mercado supera los 272 mil millones de dólares.
Ha sido una década de crecimiento para la red Bitcoin, pero también para todo el criptoespacio en su conjunto, con la aparición de plataformas de intercambio, exchanges y productos financieros como los futuros sobre Bitcoin.
En la próxima década, lo más probable es que veamos el criptomercado como una galaxia en expansión, donde miles de criptos girarán en torno al BTC como si fuera el sol. Veremos también qué papel jugarán las stablecoins en la economía mundial, cómo afectará la regulación del criptomercado al sistema y, seguramente, se generalizará el uso de los activos digitales como una alternativa al dinero fíat.