El sistema bancario español no ignora el potencial de las criptomonedas. El Santander hace tiempo que trabaja con Ripple y el BBVA ofrece servicios de custodia para tenedores de Bitcoin en Suiza. Unos servicios que pretende ampliar a los holders de ETH.
Igualmente, la entidad bilbaína tiene la intención de ofrecer estos servicios más allá de las fronteras helvéticas. Unos de los países donde probará suerte, obviamente, será en España. La cuestión es cómo va a poner en práctica su plan.
Las autoridades españolas llevan meses intentando llegar a un consenso sobre el criptoespacio en términos regulatorios. El último paso en esta dirección lo dio la oposición con su borrador para regular el sector en España.
De momento, no hay nada claro al respecto. Por eso, el BBVA anuncia desde Suiza la ampliación de sus servicios de compraventa y custodia de criptoactivos. Puede que el país helvético no cuente con un marco regulatorio más amplio que el español, pero sí es más favorable.
La legislación suiza en materia de activos digitales permite la oferta de estos servicios sin demasiados dolores de cabeza. En el caso de España y otros países de la eurozona, habrá que esperar a que cada estado miembro se aclare, siempre bajo la lupa de Bruselas.
Las autoridades financieras europeas no se han posicionado firmemente, aunque sí están un poco más adelantados que sus homólogos estadounidenses. En cualquier caso, el BBVA está trabajando siguiendo las directrices de la MiCA, cuya promulgación se espera para 2022.
Para la entidad bilbaína, mantenerse dentro del marco legislativo es fundamental para que sus servicios y productos puedan mantenerse a largo plazo. Parece que el ejemplo de Binance y su lucha mundial contra los reguladores internacionales está surtiendo efecto.
La ampliación del servicio de compraventa y custodia del BBVA es estratégica. Aunque por ahora solo se ofrezca en Suiza, la posibilidad de realizar operaciones en la red de Ethereum permitirá el flujo en la entidad de un buen número de tokens.
El paso es arriesgado. Hablamos de tokens procedentes del mercado de las DeFi y del universo de los NFT, además de los tokens que dan soporte a cientos de proyectos que usan el ecosistema del ETH. Por no mencionar, los nuevos productos que el BBVA podría gestionar en un futuro próximo, como las acciones tokenizadas.