La presión regulatoria ejercida contra el sector de los activos digitales en Estados Unidos está forzando la huida de las compañías cripto. La campaña de acoso y derribo liderada por la SEC comienza a molestar incluso a los políticos, incluyendo a los candidatos a ocupar la Casa Blanca en 2024.
Por supuesto, son las empresas afectadas las que más disgusto y coraje están mostrando. El caso de Ripple es el más conocido. La demanda interpuesta por la SEC, no solo resulta absurda para la comunidad, sino que supone un peligro para la innovación en EEUU. Así opinan muchos analistas, preocupados por la posible marcha de Ripple.
Fuga Forzada
Brad Garlinghouse lo ha dicho varias veces: se marcharán de Estados Unidos si la SEC gana el juicio. No son los únicos que están hartos de los tribunales. La comisión ya ha provocado el cese de operaciones de varias compañías del sector, y ha presentado cargos contra empresas relevantes como Coinbase, Genesis y Gemini.
En el caso de la plataforma de los hermanos Winklevoss, parece que ya está planeando mudarse al otro lado del Atlántico mientras le planta cara al equipo de Gary Gensler. Gemini ha elegido Dublín como sede para operar en Europa, decisión que ha aplaudido Leo Varadkar, primer ministro irlandés:
“Gemini es la primera empresa registrada por el Banco Central de Irlanda como Proveedor de Servicios de Activos Virtuales. Es significativo para Irlanda, pues el gobierno se enfoca en la innovación como motor de crecimiento. Espero que Gemini tenga éxito formando su equipo en Irlanda”.
¿Efecto MiCA?
Varadkar ha aprovechado la ocasión para hacer publicidad de las excelentes condiciones que ofrece Irlanda para atraer empresas como Gemini: Irlanda destaca internacionalmente por “su oferta competitiva en el sector de los servicios financieros”, ha dicho.
Puede que el primer ministro irlandés tenga razón, pero no podemos ignorar el peso de la reciente aprobación de MiCA. Frente a la borrosidad regulatoria estadounidense, el nuevo marco europeo sobre el criptoespacio se presenta como un reclamo mundial para las entidades y empresas centralizadas de todo el mundo.