Ayer, Cynthia Lummis respondió a algunas preguntas sobre el marco regulatorio del criptoespacio en Estados Unidos. La senadora está trabajando en un texto que espera presentar a finales de este año.
La intención de Lummis es que tanto los activos digitales como los tradicionales encajen en un contexto legal similar. En el caso del BTC, la senadora lo define como una “commodity cuya supervisión dependería de la CFCT”.
También habla de casos en los que Bitcoin funcionaría como un valor. Entonces, la gestión correspondería a la SEC. La cuestión es que, independientemente del trato del activo digital en cuestión, los organismos financieros existentes puedan intervenir.
Enfocada En La Innovación
Para Lummis, un sector que mueve cerca de 2 billones de dólares necesita un marco regulatorio sólido y claro. La senadora habla de proteger a los usuarios, pero sin menoscabar la innovación en un espacio que considera “totalmente asombroso”.
En este sentido, la legislación intentará acaparar todos los aspectos referentes al trading y el uso de criptoactivos, definiendo diferentes categorías. “Lo presentaremos como un todo que pueda entenderse de forma general”, asegura Lummis.
Una perspectiva más amplia ayudará a las autoridades a familiarizarse con las tecnologías descentralizadas y los activos digitales. De esta forma, cree la senadora, organismos como la SEC no tendrán que improvisar sobre la marcha.
NFT Sin Regulación
La senadora también está interesada en las stablecoins y las CBDC, pero no en los NFT. De hecho, el proyecto de ley en el que está trabajando ignora los tokens no fungibles por “la complejidad que implica categorizarlos”.
La regulación y gestión de los NFT quedarán en el limbo que acoge ahora mismo a la mayoría de los activos digitales. Serán las agencias y organismos financieros los que irán dando guías para su tratamiento y averiguar dónde encajan mejor.
Una vez que se entienda mejor este tipo de tecnología y su funcionamiento, se podrá saber qué NFT deberían ser regulados. Cabe destacar que estos tokens suelen comprarse y venderse como obras de arte y productos de coleccionismo, lo que complica bastante su clasificación junto al resto de activos digitales.