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Mike McGlone, analista de la compañía Bloomberg, cree que Bitcoin cuenta con todos los elementos necesarios para convertirse en un “activo digital de reserva mundial” que ayude a los inversores a escapar de la inflación.
Tal y como señala en su cuenta de Twitter, McGlone dibuja un escenario alcista para el BTC, cuyo precio podría alcanzar el nivel de los 400k USD en 2021. Evidentemente, se trata de un análisis basado en eventos históricos.
Para nada es una certeza, por mucho que la previsión entre en sintonía con previsiones similares: Bobby Lee y Max Keiser, por ejemplo, señalan que el BTC podría tocar la línea de los 300k dólares este año.
Precio del BTC. Fuente: Twitter
Bitcoin: Regulaciones Y Riesgos
McGlone apuesta por el BTC; piensa que la divisa de Nakamoto está madurando. No es el único. Cada vez son más los inversores institucionales que ven en el criptomercado un nicho financiero atractivo.
Las administraciones y los bancos centrales, por su parte, no opinan lo mismo. Tal y como insinuó Ray Dalio recientemente, es bastante probable que los gobiernos comiencen a implementar medidas legislativas fuertemente restrictivas para frenar el auge de las criptomonedas.
Para Dalio, la situación en Estados Unidos podría llegar a escenarios similares a los vividos a comienzos del siglo XX, cuando la administración estadounidense reguló el oro para “proteger el sistema financiero”.
Ciertamente, las entidades bancarias y los gobiernos están preocupados ante el crecimiento de redes financieras descentralizadas. El empoderamiento económico de los ciudadanos choca frontalmente con la capacidad de control y gestión de las administraciones y los bancos.
La principal preocupación de estos organismos es mantener el monopolio de sus sistemas monetarios, lo que conlleva la promulgación de leyes que impidan el crecimiento de activos alternativos (como es el BTC y las altcoins).
La cuestión es si las regulaciones que se esperan en el futuro próximo conseguirán doblegar el ánimo de los inversores y usuarios del criptoespacio. El tiempo dirá si el mainstream financiero podrá controlar a la bestia digital, poniendo topes al precio del BTC y, por ende, al crecimiento del resto de criptos descentralizadas.