El RSI del BTC ha alcanzado mínimos similares a los del crash de marzo de 2020, cuando estalló la crisis de la COVID-19. Esto significa que estamos alcanzando niveles de sobreventa cercanos a los de hace dos años.
Si bien es cierto que vimos un pico de sobreventa entre mayo y junio de 2021, no fue tan significativo. En cuanto a los datos generales, tenemos una capitalización total de mercado de aproximadamente 1.7 billones de dólares tras perder unos 400k millones de dólares en apenas un par de días.
Una Caída Generalizada
El pico de sobreventa coincide con la caída de las principales altcoins, aunque algunas parece que están remontando hoy. En el top10 por capitalización, tenemos cinco criptos que comienzan a vestirse de verde.
Tenemos a Binance Coin, con un 8% de revalorización intradía, aunque sigue arrojando un -23% en términos semanales. Cardano le sigue de cerca. Su revalorización en las últimas 24 horas roza el 6.5%, mientras que su devaluación en los pasados siete días es del -13%.
El token de Ripple lleva cayendo un -21% desde hace una semana, aunque se ha recuperado cerca de un 1.5% desde ayer. Por su parte, Terra, la revalorización intradía y la depreciación semanal está bastante equilibrada: 18% y -21%, respectivamente.
Polkadot cierra el top10 con un casi 5.5% intradía, frente a un -33% de pérdidas en la última semana. En cuanto a Cardano, está intentando sumarse a la fiesta, rozando el 0.5% en las pasadas 24 horas. Sus pérdidas semanales alcanzan el -25%.
La Caída Del Gigante
Bitcoin lleva cayendo desde su último ATH. Esto ocurrió el 10 de noviembre, cuando el BTC rozó los 70k USD. Son prácticamente dos meses y medio de tendencia bajista que divide a los analistas. Las opiniones se están polarizando: ¿corrección descomunal o fin de ciclo alcista?
Con una cotización que ronda los 35k USD, estamos hablando de una pérdida del -50% de su valor desde el último ATH, del -17% en la pasada semana y de casi el 30% en el último mes. En este contexto, los datos mostrados por el RSI son interesantes.
Sin duda, nos encontramos en un momento de máxima expectación, sobre todo teniendo en cuenta los mínimos actuales del “índice de miedo y avaricia”. El precio podría mostrar cambios significativos, aunque una caída más profunda todavía entra dentro de los escenarios plausibles.