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Parece que el oro sigue siendo un refugio excelente en tiempos de crisis. Por primera vez desde 2012, el activo dorado ha superado el nivel de los 1700 USD. Curiosamente, en estos tiempos de incertidumbre económica por culpa del COVID-19, Bitcoin lucha por mantenerse a flote.
La correlación inversa entre el oro y el BTC se antoja obvia. Frente a la subida mencionada del oro, Bitcoin ha caído desde los 7500 USD hasta los 6800 USD en apenas una semana. En cambio, la cotización del oro ha aumentado algo más del 16% entre el 16 de marzo y el 14 de abril de 2020.
Esta correlación ya fue señalada a comienzos de mes en un medio patrocinado por la firma VanEck. Desde entonces, la relación inversa entre la cotización del BTC y la del oro se ha mantenido, aunque no es probable que siga con la misma fuerza durante mucho más tiempo. Al menos, eso opina Peter Schiff. El economista dejó clara su previsión a largo plazo para ambos activos: el oro subirá y Bitcoin se desplomará.
Otro detalle a tener en cuenta es que, tal y como indica el post de ETF Trends, esta correlación significativa no se ha observado con otros activos tradicionales e índices relevantes desde que comenzó 2020.
Una lectura no demasiado arriesgada de esta circunstancia tendría como conclusión que Bitcoin se está posicionando como el oro digital, una suerte de alternativa como activo refugio durante momentos críticos para la economía.
La pregunta que se hacen muchos inversores es si se mantendrá esta correlación o será una cuestión puntual. Habrá que esperar unos meses para ver si se diluye la fuerza de la correlación, especialmente después del halving de mayo (si es que afecta al precio del BTC).
