Musk y Dogecoin son inseparables a estas alturas. Cada vez que el CEO de Tesla tuitea algo sobre el meme, el precio del DOGE se vuelve loco. Hace apenas una hora lo ha vuelto a hacer, disparando la cotización un 20%.
“Tesla aceptará Dogecoin para algunas compras y veremos qué tal va”, ha tuiteado Musk. Inmediatamente, el precio ha dejado el mínimo intradía para alcanzar los 0.19 USD en menos de una hora. Las respuestas, como siempre han sido dispares.
¿Capitalismo Salvaje?
Hay quien ha vuelto a acusar a Musk de ser un especulador sin escrúpulos. Jacoby le ha dicho literalmente que su “capacidad para manipular el mercado a través de Twitter es el cúlmen del hipercapitalismo y será objeto de estudio algún día”.
Otros usuarios, como Hussa, no se sorprenden en absoluto. “Uno de los hombres más ricos del mundo tuitea sobre el mercado y el mercado se mueve: no es difícil de entender”. Ciertamente, cuando se trata de Dogecoin, parece que no.
La locura ha llegado a puntos extremos cuando el exchange Huobi ha aprovechado el tuit de Musk para hacer spam. Lo ha hecho de forma tan descarada que hay quien se ha preguntado si el tuit era real.
Algún despistado le ha propuesto a Musk que le eche una mano al token de Ripple. “¿No vas a ayudar a los chicos del XRP que estamos siendo golpeados por la SEC?”, le suplica el usuario It’scoopsXRP.
¿Impacto Real En El Precio?
Ahmed Manai le ha respondido a Musk con una frase bien corta, pero directa y con risa burlona incluida: “en 15 minutos volverá a donde estaba”. Parece que se equivocaba. Hora y media después del tuit de Musk, sus seguidores siguen comprando.
De hecho, muchos followers de Musk y amantes del DOGE están respondiendo literalmente que están comprando y que van a seguir haciéndolo. Parece que el efecto Musk sigue intacto: el precio sigue subiendo.
Del mínimo diario, fijado en los 0.15 USD (según CoinGecko), el precio se ha disparado hasta la línea de los 0.19 dólares. Ahí se ha mantenido, dudando, justo antes de continuar su escalada hacia los 0.20 USD… y sigue subiendo.
La “persona del año”, según la revista Times, parece que también es el influencer del año moviendo el criptomercado a placer. Al menos, cuando se trata de pumpear las criptos que a él le interesan.